Los horarios, las actividades, las responsabilidades, madrugar, poco tiempo de descanso, apenas una hora para comer, seguir trabajando, vuelta a casa, tareas de casa, en ocasiones familia que atender, si te queda tiempo algo de deporte, sino sofá y netflix que mañana será otro día.
Existen excepciones y variaciones ante el relato anterior, pero en muchos casos nos enfrentamos a rutinas de este tipo y ante tantas responsabilidades y un ritmo tan exigente, a veces cuidarse queda relegado en un puesto en la cola de nuestras prioridades.
Es curioso, porque justamente debería ser al revés, la salud debería ser una de las prioridades tanto de las/los trabajadoras/es como de la empresa que debe velar por su equipo y por el rendimiento de la empresa.
Dar importancia a la salud del equipo, y enseñar pautas saludables, con tips sencillos puede generar un gran cambio en la actitud, en las fuerzas, en la motivación, en el rendimiento y la energía de todos los trabajadores que forman parte. No solamente por sí mismo, porque su salud es algo importante, sino porque además con buena salud todos funcionamos mejor y hacemos que todo funcione mejor.
Si eres de esas empresas que da valor a la salud y a tu equipo no dudes en pedir información. Se valorarán las características de la empresa, su equipo y los objetivos de la formación. Se elaborará un programa detallado y personalizado que se ajuste a las necesidades de cada compañía.